Este domingo pasado, 27 de noviembre, comenzó el Adviento. Con tal motivo, nuestro párroco, D. Miguel Ángel, nos dirige unas palabras que os dejamos aquí.

¡Ven, Señor Jesús!

Adviento: Esperamos un cielo y una tierra nueva

Con el término  Maranatha  acaba el último libro de la Biblia. Significa “El Señor viene” y expresaba la certeza de que nuestro Salvador está cerca y viene a salvarnos. Así se saludaban y animaban los primeros cristianos, y así también este deseo se hace grito en nuestra liturgia. Se nos regala un tiempo para que brote en nosotros una esperanza nueva. Y esta esperanza no nace de nuestros esfuerzos, sino de la voz de nuestro Dios que con su Palabra nos despierta. Es la Palabra la que, cuando el camino se hace largo y penoso, nos sustenta: “Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra” (Sal 130, 5). No es palabra vana, porque ya se ha cumplido. El Señor vino en la carne y, por eso, la segunda parte del Adviento nos prepara para celebrar la Navidad. Vendrá con gloria y poder para establecer su reinado y salvarnos a todos, que es lo que pedimos en la primera parte de este tiempo. Pero, también sigue viniendo hoy, como señala S. Carlos Borromeo, a “habitar espiritualmente en nuestra alma con la abundancia de sus gracias”. Por eso, escucharemos la voz del Bautista que nos invita a preparar el camino del Señor que vino, viene y vendrá.

Necesitamos prepararnos, saliendo de nuestras rutinas y lugares conocidos, y encontrando tiempos que nos dispongan para esperar juntos el cielo y la tierra nueva, que Él viene a darnos. Para ayudarnos a caminar, como comunidad creyente, os ofrecemos el siguiente itinerario. Con la alegría de María queremos aguardar juntos la visita del Salvador.  Agradecemos especialmente la presencia de don Carlos, nuestro Cardenal, que presidirá en nuestra parroquia, el miércoles, 21 de diciembre, a las 20h, una Vigilia por la paz en Ucrania.  

Miguel Ángel Torrente

Párroco