2. DESAFÍOS DE LA FAMILIA

10 de diciembre de 2008

 

2. DESAFÍOS DE LA FAMILIA

“La familia es el lugar del amor y la vida, mas aún, el lugar donde el amor engendra la vida,
porque ninguna de estas dos realidades sería autentica, si no estuviese acompañada de la otra”
(Juan Pablo II).

 

Querido amigo/a y hermano/a: Paz

Y siguiendo el tema de la familia, no podemos ignorar – afirma nuestro Obispo- la realidad que nos rodea, en la que esta hermosa realidad y verdad del matrimonio y la familia se ve acosada por graves deformaciones y obstáculos.

Y aunque las afirmaciones globales pueden incurrir en parcialidad, podemos afirmar que hoy el matrimonio y la familia están pasando por un fuerte periodo de crisis. La razón fundamental no es otra que la pérdida muy notable de valores morales que ha tenido lugar en los últimos años. Decía Juan Pablo II allá por 1987: “el matrimonio y la familia están en peligro porque la fe y el sentido religioso ha muerto en muchas familias, porque los propios cónyuges y, como consecuencia, también sus hijos se han hecho indiferentes ante Dios”.

Igualmente lo reconocen nuestros obispos en el Documento: La familia, Santuario de la vida y esperanza de la sociedad. Es por ello por lo que es preciso insistir en la auténtica necesidad de una “adecuada preparación al matrimonio”. Son muchos los “extravíos” de la cultura “postmoderna” que afectan a la familia. Solo por citar algunos: El matrimonio a prueba, las uniones libres de hecho, católicos unidos con mero vínculo civil, separados y divorciados no casados o casados de nuevo… Son todas ellas situaciones que son –sin duda- “extravíos” con respecto a la fe de la Iglesia. Existen otros muchos signos que suponen la degradación de algunos valores fundamentales:

– Una equivocada concepción teórica y practica de la independencia de los cónyuges entre si.

– Las graves ambigüedades acerca de la relación de autoridad entre padres e hijos.

– El numero cada vez mayor de divorcios, la plaga del aborto, el frecuente recurso a la esterilización, la instauración de la mentalidad anticoncepcional.

– La corrupción de la idea de la experiencia de libertad, concebida como una fuerza autónoma de autoafirmación en orden al propio bienestar egoísta…

Ante tanto signo en contra de nuestra concepción de la familia, seguimos escuchando en nuestro interior más interior, aquellas palabras del Concilio:

 

“La familia es la primera escuela de virtudes sociales, de las cuales justamente tienen necesidad todas las sociedades”.